En un mundo que zumba con charlas constantes e intercambios de silencio, no es de extrañar que nuestros oídos capturen fragmentos de conversaciones que no eran para nosotros. Nos topamos con secretos, confesiones e incluso revelaciones más oscuras, y así nos convertimos involuntariamente en espías. Desbloquearemos estas conversaciones ocultas y exploraremos las historias que nuestros oídos nunca pensaron escuchar.
Uncategorized
Optimismo infeccioso De pie en la cola esperando mi café Tim Hortons. La chica frente a mí estaba hablando con su amiga: «Sí… así que me…