La diabetes puede describirse como un grupo de enfermedades metabólicas en las que una persona tiene un nivel alto de azúcar en la sangre o un nivel alto de glucosa en la sangre. Esto puede deberse a que la producción de insulina del cuerpo es insuficiente o a que las células del cuerpo no responden a la insulina de la manera correcta. En algunos casos, pueden ser ambas cosas. Cuando una persona tiene diabetes, su cuerpo es incapaz de mantener niveles saludables de glucosa en la sangre. La glucosa, una forma de azúcar, es la principal fuente de energía en nuestro cuerpo. Cuando esto está en un nivel poco saludable, ya sea demasiado alto o demasiado bajo, puede provocar complicaciones de salud a largo y corto plazo. La mejor manera de explicarlo es que nuestro cuerpo necesita ser capaz de convertir la glucosa de los alimentos en energía para funcionar correctamente. La insulina, una hormona, es necesaria para ese proceso de conversión.
Cuando una persona tiene diabetes, la insulina ya no se produce o no hay suficiente. Lo que sucede entonces es que cuando un diabético come alimentos con glucosa, como pan, frutas, cereales, leche, yogur, dulces, legumbres y verduras con almidón, no se puede convertir en energía. En cambio, la glucosa permanece en la sangre, lo que resulta en niveles altos de glucosa en la sangre. Para que nuestro cuerpo funcione correctamente, necesita mantener niveles saludables de glucosa en la sangre. Cuando esto no sucede, pueden surgir complicaciones que afectan varias partes del cuerpo, incluidos el corazón, los riñones, el cerebro, los ojos y los pies. A menudo, los primeros signos de la diabetes, especialmente la diabetes tipo 2, pueden ser tan sutiles que pasan desapercibidos o parecen lo suficientemente inofensivos como para no causar ninguna preocupación. Y en algunos casos, no hay ningún síntoma.
1. Aumento de las visitas al baño
Cuando tienes diabetes, tu cuerpo no es capaz de descomponer los alimentos en azúcar, lo que significa que hay más azúcar en el torrente sanguíneo. Una de las formas más efectivas para que su cuerpo elimine este exceso de azúcar es orinando. Si nota que va al baño con más frecuencia, vale la pena mencionárselo a su profesional de la salud. Si bien orinar regularmente durante el día no es un gran problema, se debe prestar más atención si se despierta durante la noche para orinar. Una o dos veces es normal, especialmente si has bebido a altas horas de la noche o incluso si has bebido demasiado durante el día. Sin embargo, cuando su patrón de sueño se ve afectado, definitivamente es motivo de preocupación.
Otra cosa a la que debes prestar atención es a la cantidad de orina que ejerces. Esto dice mucho sobre el estado de tu organismo. Debido a que tiene un exceso de azúcar en el torrente sanguíneo, sus riñones tenderán a funcionar a toda marcha. Una consecuencia de esto es la micción frecuente y la eliminación de los desechos del cuerpo. Un enigma habitual con respecto a la diabetes es: ¿cómo puede ser tan abundante la orina si no bebo demasiada agua? La respuesta está en las propiedades de absorción de la glucosa. A medida que pasa a través de ti, absorberá cualquier líquido en el camino. Esto puede dejarlo deshidratado y desprovisto de energía. Si su vida diaria se ve obstruida por su necesidad de orinar, es motivo de preocupación.