Los riñones son dos órganos pequeños en forma de frijol que se encuentran debajo de las costillas a cada lado de la columna vertebral. Aproximadamente del tamaño de un puño, los riñones están a cargo de filtrar la sangre y eliminar las sustancias tóxicas de los alimentos que comemos, expulsando estas toxinas en forma de productos de desecho. Los riñones también ayudan a mantener el delicado equilibrio de líquidos en el cuerpo.
Si nuestros riñones no funcionan correctamente, nuestro cuerpo no puede funcionar. La descomposición de los riñones puede conducir a la enfermedad renal crónica (ECH), un término general que cubre varias afecciones que dañan sus riñones y disminuyen su capacidad de rendimiento.
La ERC puede provocar complicaciones como presión arterial alta, recuento sanguíneo bajo, huesos débiles, mala nutrición y daño a los nervios, y puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos. El daño causado por la ERC se produce durante un largo período de tiempo, y si no se trata, puede conducir a una eventual insuficiencia renal, que se trata mediante diálisis renal y trasplante de riñón.
Las dos causas principales de la ERC son la presión arterial alta y la diabetes, y los diversos síntomas incluyen fatiga, insomnio, calambres musculares, pies y tobillos hinchados, falta de apetito, problemas para concentrarse, ojos hinchados, picazón en la piel y la necesidad frecuente de orinar.
Cualquier persona puede estar en riesgo de una posible enfermedad renal, pero mantener un estilo de vida saludable puede reducir drásticamente su riesgo. Es importante saber qué puede causar daño renal, y aquí están los 20 que podrían sorprenderte.
1. Carne roja
La carne roja es una gran fuente de proteínas, pero ¿sabías que incluir demasiada carne en tu dieta puede ponerte en un mayor riesgo de enfermedad renal? Un estudio publicado en el Journal of the American Society of Nephrology que investigó los efectos a largo plazo del consumo de carne roja descubrió una correlación entre la ingesta de carne roja y un aumento en el riesgo de insuficiencia renal. El estudio, realizado por el Dr. Woon-Puay Koh, siguió a 63.257 adultos en Singapur durante un promedio de 15,5 años y descubrió que las personas que consumían las mayores cantidades de carne roja tenían un 40 % más de riesgo de desarrollar enfermedad renal terminal (ESRD).
La carne roja, cuando se come en exceso, puede producir productos de desecho que dañan la filtración renal y tienen un impacto negativo en nuestra salud. La proteína que se encuentra en la carne roja produce subproductos que pueden poner un estrés adicional en la función renal, y cuando esta proteína se descomponga, libera un compuesto llamado urea. Demasiada urea puede acumularse y contribuir al daño renal, especialmente si sus riñones ya están debilitados.
Las carnes rojas como la carne de res, el cerdo y el cordero también contienen más grasas saturadas y colesterol que otros tipos de carne, lo que puede aumentar los niveles de colesterol, empeorar las enfermedades cardíacas y aumentar el riesgo de enfermedad de las arterias renales.
Para evitar cualquier riesgo, Dr. Koh sugiere limitar la cantidad de carne roja consumida semanalmente, sustituyendo la carne por pescado/mariscos y aves de corral o cambiando a alternativas de proteínas de origen vegetal como la soja y las legumbres. Alternativamente, el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer recomienda no comer más de 18 onzas de carne roja por semana.